viernes, 20 de febrero de 2009

Eran las diez de la mañana, me alejé del río para encontrar el palacio del Monte Giordano.

“Importa poco no saber orientarse en una ciudad, perderse en cambio requiere aprendizaje. Los rótulos de las calles deben entonces hablar al que va errando como el crujir de las ramas secas, y las callejuelas de los barrios céntricos reflejarle las horas del día tan claramente como las hondonadas del bosque”. Walter Benjamín