jueves, 7 de mayo de 2009

La mangosta de Marcus IV

Me parece innecesario que perdamos tu tiempo y mi dinero enviándote a Cambridge. Yo voy cumpliendo muchos años y para cuando acabaras tu formación, sin duda tan incompleta como inútil, si viviera no podría serte de gran ayuda ni cumplir con las obligaciones que tu padre me ha encomendado. Considero más oportuno utilizar los pocos contactos que conservo en la East Indian Company para que empieces a ganarte la vida por ti mismo o al menos a vivir por ti mismo. Si no tienes inconveniente durante las próxima semana me acompañarás a mis almuerzos en el Oriental Club y veremos si consigo enviarte pronto a un buen destino con un trabajo en el que si no sabes destacar al menos puedas pasar desapercibido durante unos años y volver entonces a Londres con aires de hombre de mundo y a tiempo, o eso espero, para asistir a mi muerte,organizar mi funeral y cobrar mi herencia que se fundirá con tu dinero si es que lo has ganado y con tu renta familiar que no habrás perdido jugando al whist en el Brooks de St. James , podrás entonces como hombre de posición y oscuro pasado hacer una buena boda.
Si tenemos suerte, tus baules y tú podreis embarcaros en El Hindustan que parte de Porsmouth hacia Calcuta el próximo més de Febrero y si no hay percances notables, trotarás por las oficinas de Madrás a mediados de Mayo. Aquí tienes el libro de Mc Pherson que trata de las plantaciones de té en Bengala, y el folleto de Richardson sobre las tres variedades de algodon que la East india Company considera más rentables. No te haría ningún mal echarles un vistazo. Por cierto, y entrando en lo personal por ocuparme de tu educación social tan descuidada, te diré que yo sigo encargando mi ropa interior en Madrás, concretamente en "Gents" de Pycrofts Road, en Triplicane, puedes ir de mi parte, pide algodón de nadán que es el más raro y el más suave.