Habría que echar al narrador de los documentales de la dos, su narcótica voz me ha cerrado el paso - a mí y a tanta buena gente que con él desde hace años sestea- a informaciones sobremanera interesantes. Tomemos los hipopótamos por ejemplo : parecen buenos tipos, carne de dibujo animado, animales lentos y pacíficos. Pues NO. Me dice Benji : "Nunca te interpongas entre un hipopótamo y el agua, estarías perdida". Parece que, incluso fuera del agua y con esos tripones, los hipopótamos son veloces y rabiosos, si piensan que les vas a dejar en secano, van a por tí y te topan de manera letal . Como no puede uno pasear por el jardín siempre pensando en donde pilla el charco y donde el hipopótamo, nuestros amigos - ya comprendes , cuando los niños podían andar solos por ahí - decidieron vender los dos hipopótamos - que habían comprado junto a los dos rinocerontes blancos - y están más tranquilos. ¿Y qué hay de los leones?, pregunto nonchalance. "A nadie se le ocurre tener leones en el jardín darling - Karen responde- , no confíes nunca en ellos , se camuflan en cualquier parte y son silenciosos como la brisa". Me voy a la cama más sabia y más segura , atravieso un mar de moscas muertas, alguien -Jesús por favor, no digo nombres- en mi ausencia le ha dado al fleet. Una vida aventurera.