sábado, 22 de agosto de 2009

La canción del Bienaventurado


Ayer, al hablar de Cristobal Serra y sus regalos, recordé que no había dicho nada en este blog sobre el Bhagavad Gita. ¿Por qué habré omitido un texto que manejo a diario y para todo es apropiado?.
Como no siempre se ha de empezar por el principio, rompo mi prolongado silencio sobre Krishna y sus aventuras, para colocarme de hoz y coz en el capítulo IX del Bhagavad Gita, cuando el hamletiano príncipe Arjuna ya sabe que Krishna, a quien hasta entonces apreciaba como gran amigo y auriga de su carro de batalla, es también su divino consejero, la encarnación, el avatar, de Dios en la tierra.
Krishna le ha ido abriendo los variados caminos hacia la salvación y ahora, exactamente en este capítulo que cambiará la historia del hinduismo, le habla, por primera vez en la tradición védica, de un camino nuevo y accesible para todos, es el más corto y también el más seguro, es el inexplorado camino de la contemplación y del amor: “Quien me ama no morirá jamás”, “Todo aquel que solo hacia mí dirija sus pensamientos, quien se concentre solo en mí, y solo en mí se refugie, alcanzará la realización suprema.”.
Llegamos aquí al capítulo X; Arjuna está convencido, quiere seguir la vía contemplativa, pero se mueve en territorio desconocido, él solo era un príncipe guerrero, y está perdido en este ambiente espiritual y rupturista. Le dice a Krishna: Si debo meditar en ti, habré de saber quien eres, bajo qué aspecto he de contemplarte, háblame de tus poderes y tus manifestaciones para que pueda imaginarte.
Krishna le advierte que sus manifestaciones son ilimitadas pero durante veinte versículos, le enumera unas cuantas de las que, consciente de los desastres que acarrean las mutilaciones, yo hago aquí un resumen incompleto pero selectivo:
“Yo soy la esencia de todos los seres,la semilla de todo lo existente, yo soy la muerte que todo lo arrebata y la fuente de lo que ha de nacer, soy la primera letra del alfabeto y la partícula que une las palabras. Yo soy el principio, la duración y el fin.
Entre los juegos, soy el juego de dados y entre los fuertes soy la fuerza, yo soy la pureza entre los buenos. Yo soy la gloria y la palabra, la inteligencia y la clemencia,soy el tiempo de la flor y el resplandor del frío, yo soy el Gayatri entre los versos.
Entre los guerreros soy Rama, Yo soy el Rayo divino. Para los que tienen hijos, soy el dios del amor, y soy el tiempo entre los que lo miden.
Yo soy la higuera sagrada, y entre los montes soy los Himalayas, soy el espíritu del fuego, soy la silaba Om, soy el nombre de Dios que eternamente se repite donde no existen las palabras.
Yo soy el silencio de los secretos y el conocimiento de los que saben, nada hay en este mundo que sin mí pueda existir.”
Y acaba con esta frase impecable :“Pero ¿para qué quieres, Arjuna, conocer toda mi inagotable variedad?, solo necesitas saber que YO EXISTO y que con una ínfima parte de mí sostengo el universo "