jueves, 17 de septiembre de 2009

Esta torre es mía

Primera tarde de lluvia y niebla tras el verano.
Desde mi mesa, frente a la ventana, mientras escribo , veo la torre Picasso de Minori Yamasaki ,el arquitecto de Seattle que en 1956 proyectó el revolucionario aeropuerto de Saint Louis, Missouri, y en 1976 inauguró el fastuoso World trade Center con el que cambiába, parecía que para siempre, el cinematográfico perfil de Nueva York. El arquitecto murió en 1986, dos años antes de que remataran la construcción de su torre Picasso, la más alta de Madrid y de España.
El destino es tan libre que da miedo. Comienzan en 2010 un nuevo aeropuerto para Saint Louis porque el que ya llaman "el antiguo" ha quedado obsoleto; las torres gemelas cayeron el infausto 11 S de 2001, atravesadas por dos aviones 767; por su muerte y por las muertes que provocaron pasarán a la historia, y no por la arrogancia con la que vivieron. Y en cuanto a la nuestra, esta torre de 157 metros que tanto nos maravillaba, ella no es ya la más alta, ni la más moderna. El hotel Bali de Benidorm, es hortera pero mide 186 metros, y aquí , en Madrid mismo, tenemos el esplendor en ciernes de esos cuatro edificios que rebosantes de altura, brillo, espirales, siglo XXI y tecnología, alargan la Castellana, engordan nuestro orgullo nacional y nos dejan boquiabiertos .
Y así, esta torre pequeña y blanca, clásica y serena, se ha convertido en la mía, la torre del barrio que miro desde la ventana y, en días de niebla parece una columna griega que sostiene solitaria un cielo dubitativo.