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Me acusan, me acuso, de ensimismada. Mi realidad rara vez proviene de los periódicos. Este blog por ejemplo, que refleja con bastante fidelidad mi vida, es dificil de fechar. Hoy estoy al día mediático gracias a Marina Silva, política brasileña a la que sigo desde hace tiempo y en la que confío. Casi todos los sueños políticos concluyen en realidades grises pero esta vez puede que todo sea cierto. Que Marina Silva se presentara como candidata de peso a la presidencia de Brasil sería ya un cambio hacia el arco irís; no ya porque es mujer, negra y de origen campesino sino porque inaugura una opción ecologista inteligente, coherente, sensata, preparada, profesional y pragmática. Sería también la primera respuesta a la crisis que propone un cambio real en la estructura de izquierdas y derechas convencionales que hace tiempo dejó de funcionar. Quisiera dejar de usar el condicional y ser brasileña para votar a Marina y desearía que todo en ella fuera verdad. Porque quiero vivir un mundo muy verde, muy rojo y muy amarillo .