martes, 17 de noviembre de 2009
Debo ser sensata
De repente y a contrapelo he volado a Mallorca para encontrarme, a fecha 17 de Noviembre, con el termómetro en 26 grados y el jardín de Maritja estallando en una apoteosis de rosas que se mezclan con los madroños en sazón, el azul del plumbago, las hojas cobrizas del árbol de las pelucas, los todavía inciertos racimos de las mimosas, la fragancia del mirto y los plumeros rojos del callistemon, entre otras cosas. Confieso que he reaccionado con entusiasmo y me he sumido en un trance de jardinera feliz , ya te digo, paraiso total, de aquí no me mueve nadie. Después de darme un garbeo con sus correspondientes saltitos, olisqueos, tijeretazos, fotos y gran gozo y deleite, he reflexionado y reaccionado, en parte, porque de la felicidad de hoy no hay quien me apee, he reaccionado, digo, con un sesudo: Ajá, esto que hoy me alegra no es otra cosa que el calentamiento global que tanto combatimos y que no conviene nada. Mirando con atención he visto en algunos olivos las berrugas marrones de una peligrosa enfermedad; en el pueblo, mi colega del vivero me informa de la plaga del escarabajo rojo que está diezmando las palmeras de la zona, y a los senecios de la glorieta se les ve exhaustos, como pronto lo estarán las rosas, de tanta floración y tan poco frío. Qué complicada es la vida y qué paradojico es todo, qué dificil pasar de lo general a lo particular con coherencia. Narnia era aquel país de C.S. Lewis donde siempre era invierno y nunca navidad; en el mediterraneo, teníamos en cambio, una estación para cada quehacer y un fruto para cada estación.Se nos trastoca el clima, y voy yo y me alegro,¡seré necia, seré primaria!. Me encuentro a un suizo que tiene una casa al borde del mar y quiere subir un metro más los muros del jardín, para no mojarse cuando se derritan los polos; eso es sensatez a largo plazo, y pesimismo, supongo. Y recuerdo al amigo jamaicano que nos preguntó un día ¿Do you have winter ?. Pues sí, Richard, tenemos winter, a mucha honra, y las rosas, los olivos y yo, queremos seguir teniéndolo.