"Si el lector recuerda al niño aquel que contó una historieta al novelista Eustace Cleever, recordará también que llegó con el tiempo a ser baronet, propietario de una enorme finca. Ha perdido un poco en prestigio, debido a su cocina, pero no ha perdido nunca a sus amigos. Me he enterado de que una de las salas de su palacio está convertida en hospital para enfermos; en ella pasé yo una semana acompañado de dos melancólicas enfermeras y de un especialista en psilosis". Rudyard Kipling