Aprendí en Las leyes de Manu que la mejor manera de controlar las pasiones es ordenarlas en listas. Desde entonces, y por ver si me sosiego y entiendo, todo lo enlisto, hasta mis chicos favoritos, que son cien, con una sublista de la primera docena, en la que el último puesto es, por definición, itinerante.
No quiero decir que sean doce los hombres que más admiro, los doce mejores o los más guapos, no necesariamente, pero, qué se le va a hacer, son los míos, family plot, mis debilidades.
Sería ideal que cada uno de ellos hubiera nacido en un mes del año y yo pudiera celebrar sus aniversarios con mimo y tiempo. Pero, como diría Shakespeare: Aunque las ideas lleguen una tras otra, la realidad se apelotona.
Ninguno de ellos nació en Febrero ni en Marzo, pero el dos de abril nace en París con aguacero, Serge Gainsbourg ; el día cuatro Robert Downey llega con berrinche a Nueva York; En un Nueva York sin cinematógrafo, nació también, tras largo parto Henry James, era el quince de Abril, y Stafford on Avon, pudo ser el día veinte o el veinticuatro, se iluminó para siempre en Abril con William Shakespeare.
En Mayo y Junio me tumbo a la bartola, el seis de Julio nace en Madrid con fuegos artificiales Jon Sinaka y en Agosto no se ve un alma.
El veintiuno de Septiembre es de Leonard Cohen en Montreal, nadie en Octubre. Noviembre con sus brumas es sólo de Robert Louis Stevenson quien nace con delicadeza un trece y Martes en Edimburgo.
El treinta de Diciembre nació en Bombay Rudyard Kipling, aquél día cazaron un tigre. Enero lo estrena Jesús Huarte cuando nace en Pamplona el día catorce; le sigue Paul Cézanne en Aix en Provence, el diecinueve. Lewis Carrol llega tartamudeante al mundo, en Cheshire un veintisiete y Ernest Lubitsch da un toque maestro a Berlín el día veintiocho.
En Abril y en Enero no doy abasto, y reflexiono: no es cosa de convertir este blog en un registro de efemérides a modo de calendario diocesano. Es por eso que aprovecho el cumpleaños de Cezanne para desde aquí y con amor, recordarles a todos .