En Santa Maria dei Frari, todo es grandioso excepto este pasillo dejado a la mano de Dios. No se visita, comunica la sacristía con el claustro.lunes, 31 de agosto de 2009
El raro don de la belleza
En Santa Maria dei Frari, todo es grandioso excepto este pasillo dejado a la mano de Dios. No se visita, comunica la sacristía con el claustro.