sábado, 3 de octubre de 2009
Días para no dar un mal paso
Hay mañanas que huelen a jacinto y a café con leche. Mañanas en las que al morder la tostada, rompen las olas y los dientes se convierten en campanas. Hay que andar con cuidado en esos días que nacen con ritmo feliz, porque son frágiles y si les cambias el paso se convierten en un torbellino de malentendidos que te arrastra hacia la noche .