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.-¿Que pasa ?
.-Somos anarquistas y estamos aquí para que excarcelen a unos compañeros anarquistas serbios.
.-¿Esta es la embajada de Serbia?
.-hombre, claro
.-¿Y por qué hay tanta policia?
.- Pues eso comentábamos, será que damos miedo.
.-Qué gracioso
.- Si, eso dice el compañero , que lo patético te desarma.
.- Es que da risa que hayan venido tantos,
.- Y tan pertrechados
.- Pues que os vaya bien. Adios
.- Salud y hasta luego.
Al llegar a casa me informé un poco de los hechos: La detención de seis miembros de un grupo anarcosindicalista serbio llamado "Elias negro", que el tres de septiembre, día de mi cumpleaños, lanzó dos cocktails molotov a la embajada griega en Belgrado, en solidaridad con Theodoros Iliopoulos, anarquista griego que desde el pasado Diciembre permanece en prisión por presuntos delitos políticos. Los daños producidos en el ataque de Belgrado se redujeron a graffittis alusivos y una ventana rota, les acusan de terrorismo internacional.
Como me muevo en la desinformación crónica, no voy a entrar en el comentario político ni defender la razón de nadie, solo quiero hablar de mi emoción porque en medio de esta crisis, perplejidad, trivialidad - yo a todo esto iba con bolsa todo lujo al brazo para cambiar una faldita - y desconsuelo, haya personas que se echan a la calle para defender a compañeros desconocidos de un pais pequeño y lejano, encarcelados por defender a un compañero desconocido de un pais cercano, encarcelado porque le cogieron en la calle de la Academia de Atenas cuando protestaba, entre otras cosas, porque un policia en medio de una revuelta mató a un joven de quince años.